Salvador Dalí
Por Julieta De la Barrera
Salvador Dalí (1904-1989) fue el más escandaloso y extravagante de todo el grupo de surrealistas. Sus cuadros presentan figuras imposibles fruto de su imaginación.
Le caracteriza la provocación y su método "paranoico-crítico". Su primera etapa surrealista es furiosa y ácida, las formas se alargan, se descomponen o resultan de apariencia equívoca. Utilizará alusiones al sexo y la paranoia. La sangre es más dulce que la miel, La persistencia de la memoria, El ángelus arquitectónico o Premonición de la Guerra Civil.
También son característicos sus relojes blandos, sus altas y destacadas figuras sobre un lejano horizonte y las vistas de Cadaqués.
Su pintura resulta excepcional en sus calidades plásticas por la corrección en el dibujo y por la presencia de la luz, transparente y limpia.
Excéntrico como nadie, su imagen personal e ideas; todo estaba teñido por su sensibilidad artística.
Uno de los rasgos de Dalí que más llamaba la atención era el contraste generado por una personalidad tan peculiar, y la enorme capacidad de trabajo y excelencia técnica, que demostraba constantemente.
Es uno de los artistas más reputados de la historia de España, nació en 1904 y murió a los 85 años en la ciudad natal: Figueras (Cataluña). Salvador Dalí fue el pintor más destacado del movimiento surrealista español. Tras su muerte dejó tras de sí una basta colección de obras, y una nueva forma de entender la estética y el arte.